¿Y qué pasaría si la Iglesia ya no se va a reunir como lo tenía acostumbrado?
En
medio de la crisis actual que viven las sociedades del mundo, la iglesia
cristiana también ha sido afectada.
En
estos días me he dado cuenta que los líderes de las diferentes congregaciones presentan
sus discursos o prédicas alrededor de dos temas: Esperanza en medio del caos y
eventos del fin de los tiempos.
Y no es para menos, ya que las dificultades han alcanzado a todos e innumerables problemas sociales han salido a luz en medio del confinamiento: desde violencia intrafamiliar, abuso infantil, pornografía, desempleo y crisis económica.
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Fuente: Pixabay.com |
Por
otro lado, líderes consultores y expertos en temas de gestión empresarial se
están aventurando a anticipar cómo será la sociedad en la llamada “nueva
normalidad” y, en medio de la incertidumbre apuntan a la reinvención de los modelos de negocios, dentro de un futuro incierto.
Sinceramente,
creo que, como la Iglesia, nadie en el mundo tiene tan claro cómo
será el futuro en los próximos meses y años, porque Dios, en su Palabra, ha dejado
plasmado una serie de sucesos progresivos y lineales en el tiempo que marcarán
los acontecimientos por venir y que sólo agravarán los problemas que se están
viviendo.
Sin
embargo, aunque tenemos un curso predefinido, es decir, sabemos sobre los
sucesos que se avecinan, no tenemos detalles específicos, pero sí de las
consecuencias de estos sucesos: los problemas sociales de todos los ámbitos sólo
irán en aumento.
Entonces,
en medio de lo que viene, es decir, situaciones aún más difíciles para todos, ¿cómo
serán las reuniones de las congregaciones en el mundo?
Estábamos acostumbrados a ver los enormes edificios con multitud de asistentes
y, en una proporción más pequeña, a los grupos con menor cantidad de
asistentes, también reunidos en pequeños espacios bajo un programa similar de
actividades en todas.
Y
después de la primera pregunta que les presenté, aparece otra: ¿veremos de
nuevo las reuniones masivas, sabiendo que las recomendaciones de
distanciamiento social se extienden por todo el mundo y cada vez con más
coerción legal?
Si la respuesta a la anterior pregunta es negativa, entonces, ¿cómo podrían ser las nuevas reuniones?
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Fuente: Pixabay.com |
Para
lo anterior, debo regresar a la iglesia primitiva del libro de Los Hechos de
los Apóstoles. ¿Cómo se reunían?, ¿cómo vivían su fe?
Aquí,
es importante hacer un pequeño esfuerzo para ubicarnos en el contexto que
aquellos hombres y mujeres vivieron. Por un lado, sufrían la persecución de los
religiosos y, por otro lado, resistían a la presión impositiva del imperio
romano, es decir, no eran personas con muchos recursos, en todo caso eran
pobres.
Claro
está, en medio de aquel caos Dios manifestaba su poder y misericordia, porque el crecimiento en número estaba en alza.
Imaginemos.
Si lo que viene es un agravamiento de los problemas, cual dolores de parto, ¿por
qué debería la iglesia continuar reuniéndose como hasta hace pocos meses?
Sinceramente, creo que llegó el tiempo en que los líderes tienen que salir de
sus edificios y, de pronto, si los tienen arrendados, hasta devolverlos, porque
también deben adaptarse a lo que se avecina.
Entonces,
creo que las reuniones se podrán llevar a cabo en las casas, como en el sistema
celular que se puso de moda hace algunos años, compartir la fe, las posesiones
materiales y practicar una vida en comunidad.
Por favor, no me vea como ave de mal agüero, si usted está al tanto de lo que La Biblia dice, me dará la razón y, sobre todo, confíe, Dios está en medio de su pueblo, su pueblo que le honra y que le ama. Él tiene el control de todo.
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Si usted sufre de ansiedad por lo que se avecina, le tengo una buena noticia: Jesús puede librarlo de todo esto. Sólo entregue su vida y confíe en lo que ha dejado escrito en su Palabra.
Con esta sencilla oración usted puede iniciar una relación personal con Él:
"Señor Jesús, perdona mis pecados, te entrego mi vida y quiero se seas mi Señor y Salvador. Amén".
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Fotografías: Pixabay.com
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